Mientras los alimentos envasados deben
llevar claramente indicado su contenido en calorías, no sucede lo mismo
con las bebidas que superan 1.2 grados de alcohol. La normativa europea,
aprobada en 2011, eximió a las botellas de cerveza, vino o licores de
reflejar esta información.

“No hay ninguna razón por la que las
calorías del alcohol merezcan un tratamiento diferente al de la comida”,
plantea Fiona Sim, la presidenta de la Royal Society for Public Health
británica en un artículo que publicó en el British Medical Journal. El
título del texto no puede ser más explícito: “Las bebidas alcohólicas
contribuyen a la obesidad y deberían incluir un cómputo de calorías
obligatorias”.
En plena derrota en la batalla mundial
contra la obesidad, Sim plantea que la ausencia de información calórica
en las bebidas alcohólicas es un lujo que la sociedad no se puede
permitir, ya que alimenta el desconocimiento sobre el impacto de estos
productos en el sobrepeso de la población. La autora del artículo pone
como ejemplo un estudio hecho en dos mil 117 adultos en el que el 80 por
ciento desconocía el contenido en calorías de las bebidas más comunes.
“La mayoría de las mujeres desconoce que dos copas grandes de vino
tienen 370 calorías, lo que representa una quinta parte de su ingesta de
energía diaria”, añade.
Trabajos de la sociedad de salud pública
británica elevan al 10 por ceitno la aportación de las calorías
procedentes del alcohol en la dieta de bebedores sociales. “En España no
contamos con trabajos de este tipo, pero yo diría que, como mínimo, la
cifra debe ser la misma”, indica Felipe Casanueva, presidente de la
Sociedad Española del Estudio de la Obesidad.
El experto en obesidad coincide con la
preocupación de la especialista en salud pública británica. “Hay una
completa ignorancia sobre el aspecto calórico de las bebidas
alcohólicas”, explica, “es una cuestión que me preocupa bastante”.
Mientras la convivencia con el alcohol
“se maneja en España bastante bien” y se tienen muy presentes cuestiones
relacionadas con la conducción o las consecuencias del abuso, el
también director científico del Centro de Investigación Biomédica en
Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciber-obn) destaca que,
entre los bebedores sociales, rara vez se piensa en que el alcohol
supone “una parte muy importante de la ingesta calórica y contribuye a
la obesidad”. No solo eso: “Se trata de calorías de bajísima calidad
nutritiva, y que, además no sacian”.
Por ello, Casanueva también apuesta por
incluir datos sobre el contenido en calorías y que, para ello, se
empleen parámetros entendibles: “Mejor hablar de calorías en una lata,
un vaso o un chupito que centímetros cúbicos, por ejemplo”.
Además del alegato científico de Fiona
Sim, el debate sobre el etiquetado ha recalado en el Parlamento Europeo.
Los eurodiputados han adoptado una resolución que plantea “la urgente
necesidad de mencionar claramente en el etiquetado el contenido calórico
de las bebidas alcohólicas”, y pide a la Comisión “que presente la
correspondiente propuesta legislativa”, de cara a que se incorpore a la
nueva estrategia de la UE en materia de alcohol (2016-2022).
No es la primera vez que se intenta una
medida similar. La presidencia sueca de turno de la Unión Europea en
2011 ya lo propuso y fracasó. Estados Unidos incorporará en el
etiquetado las calorías a partir de diciembre de este año, aunque solo
en las bebidas servidas en restaurantes. En Europa, Irlanda ha tomado la
delantera y prepara una ley para obligar a las empresas a reflejar esta
información en las botellas.
Fuentes de la Federación Española de
Bebidas Espirituosas (FEBE) han indicado que prefieren no manifestarse
sobre la idoneidad de incluir la información sobre el contenido de
calorías hasta que se pronuncie la Comisión Europea. "Acataremos lo que
decida, a día de hoy estamos cómodos con la situación actual", añaden
desde la federación.
Dos combinados, 300 calorías
La cantidad de energía que aporta cada
gramo de alcohol supone 7 kilocalorías (una hamburguesa Big Mac tiene
510 kcal, la ingesta diaria recomendada son 2.000 kilocalorías en los
hombres y mil 800 en mujeres). Este es el contenido calórico del alcohol
que contienen algunas de las principales bebidas:
-Una lata de cerveza: 105 kcal.
-Un vaso pequeño de vino (100 ml): 70 kcal.
-Un vermut (100 ml): 140 kcal.
-Una copa de coñac (50ml): 140 kcal.
-Un combinado (50 ml): 140 kcal. No se incluyen las calorías del refresco.
-Un whisky (50 ml): 140 kcal.
Datos extraídos de la Guía de etiquetado
nutricional de la FDA y Guía de referencia básica para abordar el abuso
del alcohol de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria.
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